Hace unos días que circula la noticia sobre el senador republicano Roy Ashburn, de 55 años, divorciado y padre de cuatro hijos que, a pesar de su política anti gay, no le ha quedado más remedio que salir del armario cuando lo pillaron en un bar de ambiente de Sacramento. A todo el mundo le ha sorprendido que alguien homosexual pueda ir en contra de sus propios derechos y llegar a votar en contra de una iniciativa que quería establecer el 22 de mayo como el día de Havey Milk.
Bien, pues a mí no me sorprende tanto. A eso se le llama disociación. Es decir, a la eliminación de aspectos inaceptables para uno mismo, su negación más absoluta. También hacemos referencia a la disociación cuando una persona establece áreas completamente desvinculadas en su forma de vida. Y aquí quería llegar.
Conozco MUCHOS científicos, profesionales absoluta y totalmente racionales que, si no hay pruebas e investigaciones detrás de cualquier afirmación, se niegan a aceptarla y, posteriormente, en un acto de disociación total, son creyentes de esos que siguen asistiendo a misa con regularidad y creyendo en los dogmas cristianos. ¿Hay algo más reñido que la fe y la ciencia? . ¿Puedo creer en Dios con mente cartesiana?. Pues sí, se puede. Al menos hay gente que puede.
Mucha gente disocia. Demasiada. Ante unos casos, como el del senador, nos escandalizamos, ante otros, como los científicos, sonreímos. A mí, personalmente, lo de Roy Ashburn no me escandaliza, sólo me cabrea.
miércoles, 24 de marzo de 2010
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