Mareado estoy con tanto tío y tanto mensaje.
Lástima que a la peña se le va la fuerza por la boca!.
Al final si uno no es infiel, es por puta casualidad (siempre que tengas un iPhone, claro).
Somos culpables, somos unos traidores. Al fin y al cabo, humanos, demasiado humanos. Somos los malos. Los que se dan de palos con el destino.
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